viernes, 24 de septiembre de 2010
Webnovela: El amor de Alice y Jasper- Cap 3
...Genial, tenía que ser ella, de nuevo. María, claro, debía de haber supuesto que estropearía mi presentación, que inventaría cualquier escusa, pero el grito sonó casi real, tanto, que el maestro le creyó.
-¿qué? ¿qué pasa?- le dijo alarmado a María, quien se había levantado de su lugar y miraba apenada al maestro, luego le sonrió.
-no es nada maestro, es solo que confundí el cable de su piano con una serpiente- se encogió de hombros y volvió a su lugar. Me quedé boquiabierta, esa era la peor excusa que se le pudo haber ocurrido y solté una carcajada.
-Felicidades María! - le dije aplaudiendo- esa es la excusa más patética que he escuchado, ¿una serpiente, un cable de un piano?, por favor!, no se te ocurrió nada mejor para arruinar mi presentación?- se levantó de su lugar y me miró con cara de disculpa.
-Aly,de verdad lo siento, te juro que jamás fue esa mi intención, es que solo alcancé a ver una parte del cable y me confundí- la miré incrédula. La conocía bastante bien para saber que detrás de esa máscara de serenidad se escondía una sonrisa malévola y no pude aguantarme y le grité
-¡Es que no tienes vergüenzaa! no te hagas la ingenua por que no te queda, sabes perfectamente que lo hiciste a propósito, nadie confunde un CABLE de piano con una SERPIENTE!- le dije enfatizando las palabras cable y serpiente.
-no Aly, yo solo...-
-Y no me digas Aly!! ese no es mi nombre, yo...-en eso el maestro intervino.
-Ya basta!!!- gritó molesto- callense las dos, tu- dijo dirigiendose a mi- que te hace creer que ella pretendía arruinar tu presentación?
Lo miré incrédula, tenía un millón de razones por la que ella quisiera destruirme, y no solo mi presentación.
-Por que no me soporta. Maestro, no se da cuenta de que ella me odia y siempre intenta cualquier cosa con tal de humillarme!- le dije y levanté la voz en la última frase.
-Eso no es cierto!! eres tu la que me tiene envidia-me dijo María, la máscara de serenidad se rompió y comenzó a gritar también.
-YO? envidia? a ti? - solté una carcajada sarcástica- no me hagas reir, tu no tienes nada que yo pueda envidiarte! además...-
-Suficiente, en este momento se van las 2 con el director,-gritó el maestro furioso- no quiero escucharlas más, vayan a resolver su problema con él.-
-Pero maestro, ella...- comenzó María, pero el maestro no la dejó terminar
-AHORA!- todos nos sobresaltamos, jamás había visto al maestro tan molesto, así que comencé a caminar hacia la puerta, y María me siguió.
En la oficina del director continuamos con nuestra pelea, no iba a retractarme y dejarme humillada, y ella tampoco, por lo que las dos nos quedamos con una advertencia de que para la próxima nos enviarían con reporte.
Saliendo de la escuela me fuí con Rosse a dar una vuelta por ahí.
-ya no aguanto a María, me va a volver loca! -me quejé
-hoy se pasó, pero lo bueno es que convenciste al profe de que te de otra oportunidad con el exámen, Paty y yo pasamos, así que solo falta que lo pases tú. - asentí, estaba convencida de que lo pasaría, después de todo lo que había practicado. En eso estábamos cuando un chico se fue directo hacia mi y la fuerza del impacto hizo que me tambaleara hacia atrás, él estiró el brazo para sujetarme, pero yo lo aparté con violencia y le grité histérica.
-Acaso no vez por donde caminas!!!?- estaba de por si molesta, por el día tan pesado en la escuela, y todavía llega este chico y choca conmigo, fue la gota que derramó el vaso. Él me miró sorprendido, quizá había actuado de forma exagerada, así que pensé en disculparme. Normalmente no solía pedir disculpas, pero en este caso él no tenía la culpa de mi malhumor.
-Yo..yo- dijo él antes de que yo pudiera hablar- Lo sientoAlice, no veía por donde caminaba.
Abrí la boca para decir algo, pero luego la cerré de golpe, al analizar las palabras que acababa de decirme, como sabía mi nombre?
-Quien eres? -le dije aún confundida- como sabes mi nombre?- Me pareció que vacilaba antes de contestarme así que agregé- Solo dime como es que sabes mi nombre- pero él tampoco me contestó y comenzé a desesperarme, pero luego...
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