Webnovela: El amor de Alice y Jasper- Cap 4

Ella estaba furiosa, eso se le notaba, pero aún así se veía sorprendentemente hermosa. Era aún más hermosa de lo que mostraba la fotografía, pero sin duda era ella; la adolescente que yo tendría que seguir, era hermosa. Pensé en disculparme con ella, no quería empezar las cosas de esa manera, así que comenzé.
-Yo...yo...- Se me secaron las ideas, no sabía que decir, pero tenía que hacerlo ya, ella esperaba. - Lo siento Alice, no veía por donde caminaba-.
Ella pareció meditar acerca de lo que iba a decir, pero al final se quedó callada y pensativa. Me pregunté qué estaría pensando en este momento, y me puse más nervioso.
-¿Quién eres?- me soltó de repente, creí distinguir un rastro de confusión en su voz, y estaba a punto de contestarle cuando habló sin esperar mi respuesta -¿Cómo sabes mi nombre?- Sentí como si un balde de agua fría me cayera encima, y recordé lo que le había dicho "Lo siento Alice, no veía por donde caminaba" "Lo siento Alice" "Alice". Por supuesto, había dicho su nombre, ¿qué es lo que pensaba? ¿Cómo pude ser tan descuidado? ¿qué se supone que haría ahora? ¿que le dijera que lo había adivinado? me creería un loco. Mi mente empezó a vagar en busca de alguna excusa para decirla, cuando escuché de nuevo su voz.
-Solo dime como es que sabes mi nombre- Su voz sonó más calmada, supongo que mi aspecto debía ser gracioso, por que la chica que la acompañaba soltó un risita entre dientes, y para mi sorpresa, fue ella la que me salvó de tan penosa situación.
- Ay Alice, pero que tonta. ¿Acaso no recuerdas el broche que dice tu nombre?- dijo ésta, señalando un broche de oro en el que se distinguía el nombre de "Alice". Ella se hechó a reír junto con su amiga y su rostro se serenó. Suspiré aliviado y también sonreí.
-Ay, lo siento! -dijo dirigiendose a mí- es que no lo recordaba, tengo la cabeza en otra parte- me dijo apenada, y sonriendo tímidamente. Yo le devolví la mejor sonrisa que pude, puesto que no estaba muy acostumbrado a sonreir.
- No te preocupes, está bien- le contesté - Ahora tengo que irme- agregué mirando el relog, se estaba haciendo tarde. - Hasta luego- me despedí y comencé a caminar por la calle mojada, sin darme cuenta había empezado a llover.
-Espera!- me gritó Alice y me giré para mirarla - ¿No quieres que te lleve a tu casa? traigo carro- Me informó para mi sorpresa, ¿de verdad esto sería tan fácil? . Pero no podía aceptar, no debía dejarla conocer mi casa.
- Muchas gracias, pero mi casa ya está cerca; además, me hace bien un poco de ejercicio. - Le contesté y alcé la mano en forma de despedida - Pero descuida, creo que nos veremos muy pronto- ella asintió y se alejó. Yo hice lo mismo y en el camino reflexioné sobre todo lo que me había pasado. Aun era increíble el hecho de que la coincidencia hubiera hecho que me encontrara con ella. Quizá era una advertencia para que me preparara para lo que venía, puesto que ella era muy bonita; y no debía permitir que eso me distrajera del trabajo; total, chicas he tenido muchas.
Llegué a mi casa y nadie me dijo nada, me fui directo a mi recámara y me encerré allí, esa noche soñé con ella, pero no fue un sueño agradable, más bien una pesadilla. Ella estaba llorando y me miraba con sus hermosos ojos, que en ese instante estaban llenos de temor, estaba encadenada a la mesa y mi padre se disponía a matarla. Sin embargo, para mi sorpresa, yo me abalancé sobre él, en un intento de salvar a aquella chica que temblaba de miedo. Luego se escuchó un disparo y yo caí, mi padre, mi propio padre me había matado. En ese instante desperté. Miré el reloj, eran las 4:00 de la madrugada, así que me volví a dormir, pero esta vez ya no soñé con ella. No soñé con Alice Cullen...